Una vez mas que me encuentro charlando conmigo a estar horas de la tarde.
-¿Estás seguro que haces lo correcto?
+Si, supongo que si..
-Y.. ¿Qué hay de ellos? ¿Vas a dejarlos así como así?
+Nadie te llamó acá, conciencia, podrías irte.
-Si, podría. Tal así como vos te fuiste. Ademas, me vaya o no, vas a seguir pensando en esto.
+Tenes razón, pero nadie te invitó a "esto". Ya bastante confundido estoy.
Pasaron muchas cosas en estos meses en los cuales estuve inactivo en este blog. Me sentí de mil formas diferentes éste año, a veces bien, otras mal.. Demasiado confuso para ser un adolescente con problemas relativos a su bienestar.
Hay tantos caracteres y demasiado que contar que no se por donde empezar..
-¿Y si empezas por contarles de tu abandono?
+Yo no abandoné a nadie, así que callate la boca.
La lucha constante de hacerse mal para sentirse bien, sigue estando vigente como si fuera mi sombra. Cada tanto intenta manipularme y llevarme a los vómitos como solía, pero descubrí que soy mas fuerte que eso. Puedo descargar mi malestar en otras cosas como el arte y la escritura.
También, pude matar a ese monstruo que llevaba dentro de mi cabeza, pero fuera de mi cuerpo; es decir, a ese hijo de puta que me hizo tanto mal. Con el tiempo, voy a asimilar el saber que pude con el y me hice un favor a mi mismo, pero no se si voy a poder asimilar el saber que dejé a mis hermanos también. Es por eso la discusión con mi cabeza al principio de este texto.
¿Está bien lo que hice? ¿Fui demasiado egoísta al centrarme en mi bienestar una vez? ¿Alguien va a estar ahí para atajar mi caída?
No lo sé.