miércoles, 19 de diciembre de 2012
martes, 18 de diciembre de 2012
Amor
Lo más feo de que me empiece a gustar alguien, es que me vuelvo mas pelotudo de lo que soy y no me banco.
Pero bueno, esta bien, soy un pelotudo feliz. O algo así...
Pero bueno, esta bien, soy un pelotudo feliz. O algo así...
Desilusiones.
Era Lunes, llegue tarde a lo de mi pe, ya que era una pequeña visita sorpresa a mis dos pequeños hermanitos, los cuales no veía desde hace una semana.
No había nadie, solo estaba mi pe acostado en su cama. Estaba enojado como siempre, pero no había nadie con quien descargarse hasta que yo llegue. Yo no entendía el porque, así que solo me defendía con lo que podía, ya que el es demasiado agresivo como para poder decirle algo que lo ofenda sin que uno termine llorando, o en su defecto, con un moretón.
El se fue a dormir y yo a leer a mi habitación, necesitaba despejarme y un buen libro tenía lo que necesitaba para que mi cabeza se interesara en el y tratar de olvidar la discusión, ya terminada, que se había llevado a cabo minutos atrás.
Eran alrededor de las doce, cuando ella abrió el portón de una manera muy agresiva, como avisando que había llegado.
Esperé a que entrará con mis hermanos, ya que había ido a esa casa por ellos. Ellos entraron, yo cerré el libro y corrí a abrazar a Li de 3 años. Le di un beso de buenas noches y le dije que a la mañana, íbamos a jugar todo lo que no habíamos jugado en la semana y que lo quería mucho. Ella dijo que mañana no estaba y , por ende, el pequeño tampoco. Ella fue a arroparlo, luego se sentó a mi lado y me dijo que debíamos hablar de algo.
Me miro y me dijo dos palabras que yo odiaba con toda mi vida, porque sabía lo que significaba. Ella dijo "Estamos separados".
Mi mente se partió en dos y millones de pensamientos caían en mi cabeza. No lo podía creer y no lo quería creer tampoco, pasar otra vez por una separación, tener que conocer a la nueva pareja de mi pe, no ver mas a mis hermanitos... PORQUE MIERDA ME TENÍA QUE TOCAR A MI?
Terminamos de hablar y subí a mi habitación, decepcionado, de que otra vez mi pe no supo valorar la familia y la mujer que tenía a su lado. Sentí lastima por el, yo sabía que en cualquier momento, se iba a quedar completamente solo.
Prendí la luz y me acosté al lado de Li, le susurre a la oreja que lo amaba y le di un beso en la mejilla. Apague la luz y me acosté en mi cama pensando como la familia que creía tener, se disolvía poco a poco.
miércoles, 12 de diciembre de 2012
Metamorfosis adolescente
Era una tarde como la de hoy, solo que mas triste, porque el estaba triste. El no hablaba mucho y solo salía para hacer sus lo que debía hacer y nada mas, no tenía amigos con los cuales salir, así que se ocultaba... Se ocultaba detrás de un blog.
El siempre anhelo las tardes de verano porque le recordaban cosas lindas, como las cocas y los chicles que compartía con aquellos pequeños niños con los que terminaba su infancia y empezaba su adolescencia.
Con el tiempo, este chico fue cambiando, tanto para bien como para mal. Se hizo mas independiente y contestador, como también se hizo educado y responsable. Pero lo que siempre odió y siempre va a odiar, es su antisocialismo y timidez. Eso lo mataba por dentro, de hecho lo sigue haciendo. Siempre detesto el no poderse relacionar con otras personas, ya sea un chico o una chica, nunca se sintió cómodo para iniciar una conversación, sin sentir que molestaba o algo por el estilo.
Otra cosa que odia es su aspecto físico, hace lo posible por cambiarlo, pero nunca queda conforme. Antes estas cosas no le preocupaban, el pensaba que siempre la belleza interior era lo que contaba en cualquier caso, hasta que creció y la vida le pego en la cara cuando se miro al espejo y vio lo espantoso que era, o eso creía el, que el era espantoso aunque realmente no era así.
Esto ya no tiene sentido, no se porque escribo esto tampoco, solo necesitaba describirme.
Con amor y punk, Ulii.
viernes, 7 de diciembre de 2012
Bronca
Nunca voy a entender porque a los pibes que se llevan materias los recompensan cuando las rinden bien.
Hijos de puta, yo en mi puta vida me lleve nada y de casualidad me felicitan. Forros.
miércoles, 5 de diciembre de 2012
Situaciones
Ahí estaba yo, sentado en el asiento trasero de el auto con mis dos hermanos a mi lado. Era una linda noche primaveral, estaba fresco y la brisa recorría nuestras caras, al mismo tiempo que nos hacía sentir que nada podía cagarnos la noche.
Lamentablemente el tiempo me demostró que yo también podía equivocarme y que, cuando esta todo tranquilo, siempre espere lo peor. En el fondo lo sospechaba, las cosas estaban raras desde la tarde, nadie se hablaba y el único sonido que se escuchaba en casa era el sonido de la tele encendida, que le servía de acompañante a alguien que no se encontraba allí.
La tarde se hizo noche y la noche infierno; la guerra había comenzado en los asientos delanteros de el auto. Desgraciadamente olvide mis auriculares, por lo cual, empece a escuchar toda esa mierda que se tiraban entre ellos y esperaba el momento en el que yo terminaba salpicado, porque ellos y yo sabían bien que siempre terminaba salpicado; Nunca importo como ni el porque, pero siempre yo estaba en el medio, lo cual no me hacía bien a mi.
A medida que íbamos a algún lugar de san isidro y el paso de el tiempo pasaba, todo se volvía peor. La violencia surgía desde la guantera y nada bueno salía de eso. Solo bronca y resentimientos que ellos dos se tenían.
Podía sentir como mi estómago se cerraba cada vez mas y mas, mis manos empezaban a temblar de los nervios y mi remera, pegada a mi espalda, por todo el sudor que yo estaba largando.
Pasaron 45 minutos insoportables dentro de ese horno de amargura, cuando ella decidió detener el auto e invitarnos a comer a un lugar que no recuerdo el nombre. Como si yo no hubiese tenido suficiente, nos atendieron muy mal, lo que hizo que ellos dos se pongan peor, pero no se dijeron nada. Careteaban que estaban bien solo porque había público. Apenas toque mi comida, no podía comerla, me sentía mal y solo quería que la noche terminara.
Pasada la hora y media decidimos irnos de ese lugar y todo parecía estar mejor, nadie se dirigía palabras y las miras calladas lo decían todo. Subimos a el auto y arranco la segunda parte de esta lluvia de negatividad que inundaba mis ojos.
Mi hermanito se quedo dormido sobre mis brazos y me dio un beso de buenas noches, eso me hizo olvidar de todo, eso me hizo sentir como si realmente todo estuviera bien, aunque no era así. Solo reaccioné a sonreír y decirle que lo quería y que pasara lo que pasara, siempre iba a estar con el.
Lamentablemente el tiempo me demostró que yo también podía equivocarme y que, cuando esta todo tranquilo, siempre espere lo peor. En el fondo lo sospechaba, las cosas estaban raras desde la tarde, nadie se hablaba y el único sonido que se escuchaba en casa era el sonido de la tele encendida, que le servía de acompañante a alguien que no se encontraba allí.
La tarde se hizo noche y la noche infierno; la guerra había comenzado en los asientos delanteros de el auto. Desgraciadamente olvide mis auriculares, por lo cual, empece a escuchar toda esa mierda que se tiraban entre ellos y esperaba el momento en el que yo terminaba salpicado, porque ellos y yo sabían bien que siempre terminaba salpicado; Nunca importo como ni el porque, pero siempre yo estaba en el medio, lo cual no me hacía bien a mi.
A medida que íbamos a algún lugar de san isidro y el paso de el tiempo pasaba, todo se volvía peor. La violencia surgía desde la guantera y nada bueno salía de eso. Solo bronca y resentimientos que ellos dos se tenían.
Podía sentir como mi estómago se cerraba cada vez mas y mas, mis manos empezaban a temblar de los nervios y mi remera, pegada a mi espalda, por todo el sudor que yo estaba largando.
Pasaron 45 minutos insoportables dentro de ese horno de amargura, cuando ella decidió detener el auto e invitarnos a comer a un lugar que no recuerdo el nombre. Como si yo no hubiese tenido suficiente, nos atendieron muy mal, lo que hizo que ellos dos se pongan peor, pero no se dijeron nada. Careteaban que estaban bien solo porque había público. Apenas toque mi comida, no podía comerla, me sentía mal y solo quería que la noche terminara.
Pasada la hora y media decidimos irnos de ese lugar y todo parecía estar mejor, nadie se dirigía palabras y las miras calladas lo decían todo. Subimos a el auto y arranco la segunda parte de esta lluvia de negatividad que inundaba mis ojos.
Mi hermanito se quedo dormido sobre mis brazos y me dio un beso de buenas noches, eso me hizo olvidar de todo, eso me hizo sentir como si realmente todo estuviera bien, aunque no era así. Solo reaccioné a sonreír y decirle que lo quería y que pasara lo que pasara, siempre iba a estar con el.
lunes, 3 de diciembre de 2012
Sociedad
Si el país fuera un par de tetas y la sociedad el corpiño; yo sería ese alambrecito hijo de puta que se sale y te pincha.
Así de hijo de puta soy.